Para Mirian Díaz Pérez, poetisa de las negritudes
En ti he visto el África, graciosa mujer…
Llevas de Malabo el encanto y la belleza;
Del Tanganica: serenidad y
lindezas
Que alimentan el soñar. ¡Soñar con tu ser!
Traes del
Zambeze la tersura y el poder
Caudal torrentoso de amor con gran
firmeza.
Y en tu pecho,
del Kilimanjaro, con alteza,
Lozanos volcanes avivan a placer.
Tu blanca
sonrisa es la flor de la canela
Y tu bruñida piel
de cera y de panela
Recuerda el látigo de mano condenada…
Juro
al mirarte tan sencilla y tan discreta:
¡Quiero
ser esclavo de tu pasión secreta
Para
explorar tu virgen selva enmarañada!
FERMÍN MOLINA VARGAS
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