Murió Rafael Antonio…
Lo mataron
oscuros batidores
Que escupen
Ráfagas
De
órdenes criminales.
Mataron a Rafael Antonio
Sembrando en el surco
La última esperanza
Mataron a Rafael Antonio
Y enmudeció en la selva
El golpe de hacha que retumba
En el corazón de sus manos yertas
Mataron a Rafael Antonio
Y su piel olvidada
Por imperativos emporios boyantes
Ya no vierte manantiales
Del fatigoso esfuerzo
Mataron a Rafael Antonio
Con su mirada perdida
Entre nostalgias e ilusiones,
Hastiado de mentiras y promesas
¡De ayudas que nunca llegaron!
Mataron a Rafael Antonio
Y en los valles del Magdalena
Silenciaron los tambores de Jorge Artel
Mataron a Rafael Antonio
Y en el espacioso Caribe, emerge
El fantasma de Candelario,
Evocando en noches sin estrellas
La dolida Canción Del Boga Ausente:
“Qué
trite que etá la noche”…
¡Qué
triste que está la noche
De mi
Colombia ultrajada!
Mataron
Rafael Antonio.
Víctima de ajenos odios
Y venganzas desconocidas;
De ambiciones arrinconadas
Y de patria enceguecida
Mataron a Rafael Antonio…
Rodó cuesta abajo
Y su cuerpo se empapó
Con los cristales que mitigaban
Los soles de su jornada
Mataron a Rafael Antonio
Y su sangre se fue con el río
Hacia el quejumbroso mar
Del amargo llanto
de sus hijos
¡Mataron a Rafael Antonio!
FERMÍN
MOLINA VARGAS
Derechos
reservados